Alrededor de hora y media de película, que se hace
larguísima. Y es que no pasa nada durante todo ese tiempo.
Creo que todo el mundo debería de ver por lo menos 30 minutos de esta cinta para saborear la experiencia.
Fantástica estética setentera de ciencia ficción. Papel de
pared en los ¿apartamentos? de la nave. Aparatos de radio de los 70, cintas vhs
que reproducen hologramas. Potos en macetas, correspondencia por carta, adornos
navideños e incluso un vivero con plantas de marihuana. Mezcla de estilos de
los 70, 80, 90 e incluso actual, con una máquina expendedora de alimentos cuyo
método de elección del producto emula a las teclas del peso de la frutería del
MERCADONA.
Esta estética y la fotografía hacen que nos creamos esta disparatada
historia. Y por supuesto las interpretaciones, en las que todo el elenco está
impresionante. Yo destacaría las de Kylie Rogers, Marisa Coughlan y PatrickWilson.
Hasta aquí todo perfecto, pero no todo lo que reluce es oro
señor Jack Plotnick. Hagamos una breve mención a la banda sonora: "no
acompaña en los momentos más dramáticos".
El guión está construido a base de escenas típicas de una
comunidad de vecinos, por lo cual la ambientación espacial queda solo como un
simple adorno, ya que la única trama que tiene que ver con el espacio no
conduce a ningún lado y pasa de soslayo. Humor cutre basado en situaciones
absurdas, que te hacen esbozar una sonrisa pero no te llegan a hacer soltar la
carcajada. Bueno, a excepción de los pequeños robots que pululan por la nave.
El romanticismo entre los protagonistas no se llega a
palpar. Por eso la película no deja de ser un conglomerado de situaciones y
personajes, donde no terminan de despegar ni el humor, ni el romance, ni la
aventura espacial.
En definitiva, a parte de alguna que otra sonrisa, y el
disfrute visual, la película no llega a transmitir todas las emociones que
debería. Yo había pensado comprar el DVD, pero por ese romanticismo de la ambientación y la
experiencia visual, al final le he dado el visto bueno y me he pillado el VHS.
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